Consejo de Familia: "À Table"

¿Hermanos: Socios de Todos en Todo?

Los Consejeros Invitados Season 6 Episode 67

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🎙️ Episodio 67 del Podcast Consejo de Familia | Juan Carlos Aimetta nos invita a reflexionar con preguntas que no dejan indiferente a ninguna familia empresaria. 🌿💡

📌 Si cada uno tuviera su participación convertida en dólares y en efectivo, ¿seguirían eligiéndose como socios?

📌 ¿Todos quieren ser socios de todos en todo?

📌 ¿La empresa representa para cada uno una oportunidad… o una obligación?

📌 Y en términos de herencia, ¿preferirían recibir una empresa… o un patrimonio no afectado a los negocios?

Además… en su familia, ¿todos saben y comprenden bien lo que firman?

💡 Escucha el episodio y profundiza más en el artículo completo: Metamorfosis de JC Aimetta.

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Consejo de Familia, el PODCAST donde hilamos fino los dilemas de las familias empresarias.

SPEAKER_01:

Que los hijos participen en la empresa de la familia,¿es un deseo de los hijos o es un deseo de los padres?¿Te suena conocido? Dice Omar, Guido, mi hijo mayor, se quedó trabajando conmigo, en cambio el menor hizo su vida. Y el coach pregunta,¿el menor hizo su vida?¿El menor hizo su vida? Y entonces, dígame una cosa, Guido el Mayor,¿la vida de quién hizo? Algunos mandatos familiares son tan fuertes que hacen creer que los sueños pudieran implantarse. Ahora, darles la oportunidad de conocer y valorar la empresa es muy distinto a imponer una obligación de seguir el mismo camino. Un líder familiar que no confía en la capacidad de los demás para elegir su propio destino,¿cómo puede confiar en ellos para tomar decisiones en la empresa familiar?

SPEAKER_00:

Hola Margaret, hola gente, buenos días. Bueno, es una linda pregunta Margaret. A veces es el sueño de los hijos y a veces es el sueño de los padres. Es todo un tema que requiere atención, energía y tiempo. de los sueños de los hijos son las sombras alargadas de los deseos de los padres una vez un hijo me dijo yo no quiero ser el cuaderno donde mi padre escriba su futuro así que de lo que se trata es de indagar con afecto con ternura pero con rigor cuáles son las verdaderas vocaciones de cada uno de nuestros hijos qué plan de vida tienen cuáles son sus sueños y cómo puede la empresa contribuir a su futuro Juan Carlos a

SPEAKER_01:

simple vista pareciera que hay dos versiones de familia empresaria. Una feliz con mis hijos y yo trabajando juntos y la otra infeliz con hijos obligados a permanecer dentro de una visión del fundador que probablemente están o destruyendo o desaprovechando valor. No habrá un término medio.

SPEAKER_00:

Por supuesto que lo mejor es intentar transitar el término medio. En rigor de verdad, más que posicionarnos en alguna de las dos situaciones que tú planteas, nuestra sugerencia, nuestra propuesta, es tomarnos el tiempo de indagar seriamente las motivaciones de los hijos sin ignorarlas. No asumir que lo que nos ha hecho felices a nosotros es lo mismo que nos hará felices a ellos. Todos nosotros hemos recibido de una u otra forma influencias de nuestros padres. El hijo de empresario o el hijo de una empresaria recibe influencias viéndolo conducirse, viéndolo viajar, viéndolo decidir, viéndolo manejar el tiempo, viéndolo manejar el dinero, viendo cómo gestiona sus prioridades de vida, etc. Pero también lo recibe el hijo del comerciante, el hijo del músico, el hijo del artista. De manera que no podemos negar la influencia de los padres. La única manera de no recibir influencia de los padres es no tener padres. Es decir, reconocer la influencia del contexto familiar en el que uno ha nacido no significa que los padres puedan condicionar las elecciones de vida de sus hijos, forzándolos a elegir un destino que no hubieran elegido en ausencia de tales condicionamientos.

SPEAKER_01:

¿Cómo abrir esa puerta a la oportunidad de una carrera en el ámbito familiar sin imponerla? Ah...¿Cuál es tu experiencia con esa madre que pregunta cómo encauzar sin obligar y aquella hija que pregunta cómo liberarse sin lastimar?

SPEAKER_00:

Qué buenas las dos preguntas. Bueno, nosotros los humanos tenemos la posibilidad de crear mundos con las palabras. Creo que en todo caso lo primero es ser consciente de qué decimos cuando decimos. Porque si nosotros decimos la empresa es algo que tomaron de sus hijos y tienen que cuidarla, resulta que hoy la empresa es mía, mañana va a ser de mis nietos y de mis hijos no es nunca. Hoy son empleados de la empresa de papá y mañana son los administradores de la empresa de sus hijos. Ese tipo de discursos crea fuertes condicionamientos que impiden a los hijos apropiarse de lo heredado.¿Cómo hacer entonces para abrir la puerta a una reflexión seria sobre la carrera de cada uno Creo que lo primero es empezar a pensar en cómo poner el patrimonio de la familia al servicio del proyecto de vida de los hijos y no el proyecto de los hijos al servicio del patrimonio de la familia. También habría que reconocer que los hijos pueden ser herederos y muy buenos herederos, pero no necesariamente sucesores o continuadores de la empresa de su familia. Hay muchos modos de seguir relacionado con la empresa de la familia que no necesariamente sean trabajar en ella. Pueden ser accionistas, pueden ser directores, proveedores o pueden iniciar un emprendimiento propio bajo el paraguas económico y afectivo del patrimonio familiar. Creo que abriendo posibilidades, cada uno de los herederos encontrará con seguridad alguna alternativa que encaje bien con su proyecto de vida.

SPEAKER_01:

¿Es que tengo que asumir que mis hijos van a querer ser socios de todos en todo?¿Cómo evitar eso que tú llamas el corralito legal? No sé,¿estos corralitos evitan o presagian la causa legal destructiva,

SPEAKER_00:

Juan Carlos? Bueno, cuando yo hablaba de corralito legal, hablo de esta idea de hacer socios a los hijos sin preguntarle si quieren ser socios entre sí. Así los hijos se encuentran enredados en una trama de vínculo los legales mutuos donde nadie termina de entender muy bien en qué consisten sus derechos y luego es difícil salir de esa maraña entonces si voy a atarlos jurídicamente en una sociedad es mejor que todo el mundo entienda bien en qué se está metiendo siempre es más fácil entrar en algo que salir de ello de modo que antes de armar una sociedad que los vincula jurídicamente de un modo semi obligatorio a largo plazo, es preferible explicar con claridad qué es el accionista, qué derechos tengo, qué responsabilidades tengo y qué cosas puedo y no puedo hacer. Hecha este primer ejercicio de esclarecimiento, podemos armar una sociedad con aquellos que quieran ser socios y podemos trabajar el destino de los demás. La sociedad se convierte en una hoguera cuando las personas se encuentran atadas en relaciones que no quieren tener o no pueden sostener. Peor aún, relaciones Claro.¿Tú serías tan

SPEAKER_01:

amable de explicarnos esa pregunta donde le ofreces a cada uno su participación en efectivo y luego les preguntas si elegirían seguir siendo socios?

SPEAKER_00:

¿Cómo no? Es un juego de palabras que intenta ser pedagógico. Preguntamos si usted tuviera lo que vale esta empresa en dólares y en efectivo. A¿A quién de sus hermanos llamaría para hacer un negocio juntos?¿Está usted genuinamente dispuesto a unir su patrimonio en dólares con el patrimonio en dólares de un hermano para iniciar una actividad comercial o empresaria juntos?¿Emprender con otro? Si la respuesta es no, quiere decir que estos hijos, estos hermanos, serán socios solo porque son hermanos, pero sin vocación real de hacer negocios. Tú sabes, Margaret, lo hemos conversado muchas veces, que a veces los protocolos familiares funcionan muy bien y a veces no. Y para que un protocolo funcione muy bien debe estar cuidando uniones que son vocacionales anteriores. Si yo quiero hacer un negocio con mi hermano, el protocolo me cuida. Si yo no quiero hacer un negocio con mis hermanos y ante el fallecimiento de mi padre quedo atado con él, el protocolo no me va a salvar. Es como pintar sobre la mancha de humedad. Tarde o temprano aparecerá el rencor. Tarde o temprano reaparecerá aparecerá el enojo. Tarde o temprano lo que no quiere estar junto no lo

SPEAKER_01:

estará.

SPEAKER_00:

Hay que aprender a escogernos como socios. Exactamente. Quizá el ingrediente básico para empezar a pensar todas estas cosas sea el tiempo disponible para sentarse juntos a conversar. A veces la urgencia propia de la dinámica de los negocios nos lleva a un vértigo de tal magnitud que cuando queremos empezar a pensar estas conversaciones siempre postergadas ya es un poco tarde de modo que habría que pensar en hacer un espacio reservarlo exclusivamente para hablar de estos temas con nuestros hijos juntos o individualmente intentemos que nuestros hijos no nos digan lo que creen que nosotros nos gustaría escuchar

SPEAKER_01:

Esto fue Consejo de Familia el podcast donde hilamos fino los dilemas de las familias empresarias suscríbete y comparte con quienes te importan que así aprendemos más. Hoy queda sobre la mesa una reflexión potente. Es que tengo que asumir que mis hijos van a querer ser socios de todos y todos. Con mucho más que tratar, cerramos sesión.